La formación que ofrece el CMI empodera a las mujeres religiosas para utilizar los instrumentos de promoción de las Naciones Unidas en materia de derechos de las mujeres y de justicia de género. Sus voces cobran fuerza gracias al intercambio entre las organizaciones de mujeres cristianas y las que participan en el período anual de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas.
Se ha creado un grupo de asesoramiento sobre género formado por representantes de iglesias miembros con el objetivo de formular una política de justicia de género para el CMI y aportar al secretario general competencias específicas en materia de género.
Continúa la labor en curso sobre masculinidades transformadoras, en especial gracias a la colaboración con el programa de Iniciativas Ecuménicas y Acción Mundial sobre el VIH y el SIDA.
Las visitas de los equipos de peregrinas nos han ayudado a comprender mejor las cuestiones que afectan a las mujeres en situaciones de conflicto y a discernir mejores maneras de acompañarlas y defender sus derechos y su dignidad humana.
El programa trabaja con iglesias miembros, organizaciones ecuménicas regionales y redes afiliadas para proporcionar apoyo, promoción y formación (previa petición). Sus metodologías teológicas y de estudios bíblicos ofrecen espacio para entablar conversaciones y tomar medidas decisivas sobre la eliminación de la violencia sexual y de género. El CMI promueve la inclusión de la justicia de género en los planes de estudios de seminarios y facultades de Teología.
Se espera que pronto esté disponible una base de datos mundial de materiales preparados para luchar contra la violencia que sirva de recurso a las iglesias, las organizaciones religiosas y la sociedad civil.