El programa de Salud y Sanación del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) facilita la creación de redes y el diálogo con objeto de promover la salud y la sanación para todas las personas, y hacer frente a los nuevos y constantes desafíos sanitarios en todo el mundo.
La salud es más que bienestar físico y mental, y la sanación no es únicamente médica. La salud y la sanación son elementos fundamentales del ministerio de Jesús y de su llamamiento a sus seguidores. Por este motivo, la iglesia ha estado implicada en la prestación de servicios sanitarios desde hace siglos.
Incitando al diálogo entre las redes confesionales y en la sociedad civil, el CMI contribuye a la reflexión sobre las bases teológicas de la misión médica, así como al desarrollo de nuevos conceptos de la atención sanitaria cristiana.
La relación del Consejo con la Organización Mundial de la Salud, y con otras organizaciones internacionales tales como UNICEF y ONUSIDA, le permiten facilitar la creación de redes y la promoción en nombre de las redes sanitarias vinculadas con la iglesia.