La designación “Fe y Constitución” hace referencia a dos áreas en las que la persistencia de desacuerdos impide la comunión o la unidad entre las iglesias.
La primera es “fe” en el sentido de lo que las iglesias creen. Desacuerdos significativos en sus creencias les impiden tener una vida en común. La unidad requiere cierto nivel de consenso en cuestiones relativas a las creencias.
La segunda área es “constitución” en el sentido de cómo se organiza el ministerio de la iglesia al servir y comunicar la salvación de Dios en Cristo. La existencia de desacuerdos significativos en este ámbito también impide la comunión entre las iglesias. La unidad requiere cierto nivel de consenso en cuestiones relativas a la “constitución”.
La Comisión de Fe y Constitución lleva a cabo estudios teológicos para que las iglesias, en toda su diversidad, puedan lograr un nivel suficiente de consenso y crecer en términos de cuidado y responsabilidad mutuos. Al actuar así, las iglesias persisten en su creencia de que la iglesia de Jesucristo no son muchas “iglesias”, sino una sola Iglesia.
Las iglesias reformadas y episcopales iniciaron el movimiento de Fe y Constitución en los Estados Unidos en 1910. El movimiento organizó dos conferencias mundiales, una en 1927 y otra en 1937. Después de 1948, el movimiento se convirtió en la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias.