La experiencia de los pueblos indígenas, tanto en la sociedad como en la vida de las iglesias, todavía es en gran medida una historia de continua exclusión y opresión. La marginación es la realidad que viven continuamente en el mundo entero. Las luchas de los pueblos indígenas por la justicia y por la preservación y la protección de sus derechos, su identidad cultural, su espiritualidad y sus tradicionales estilos de vida sostenibles son fundamentales para su dignidad humana y su supervivencia.
Las visiones del mundo, las espiritualidades, las culturas y las experiencias de los pueblos indígenas son distintivas. En el centro de sus luchas por la supervivencia como pueblos que buscan la libre determinación está el mantenimiento de su integridad espiritual, cultural, social, económica y política. Las cuestiones indígenas son, por consiguiente, primordiales no solo para el programa de Misión desde los Márgenes del CMI, sino también para el conjunto de la comunidad ecuménica y su peregrinación de justicia y paz.
Los pueblos indígenas invitan a todos los cristianos a visualizar con ellos “un cielo nuevo y una tierra nueva” tal y como se prometen en la Biblia y tal y como se ven en la visión común de los pueblos marginados de todas partes.