Cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania a gran escala, el 24 de febrero de 2022, ya hacía ocho años que las iglesias daban respuesta a las necesidades humanitarias del país, desde la anexión de Crimea, en 2014. Los esfuerzos de las iglesias para colmar las necesidades de las personas desplazadas por la guerra no son novedad, en cambio sí lo es la escala del fenómeno, con la sobrecogedora cifra de catorce millones de desplazados en los seis meses transcurridos desde el inicio de la invasión.
27 Septiembre 2022