Dios de gracia,
Hoy te damos las gracias por todas las bendiciones que colman nuestras vidas. En particular, te damos las gracias por el 76o aniversario del Consejo Mundial de Iglesias. Has bendecido el mundo con muchas personas comprometidas que han vivido su misión de unidad y reconciliación. Te pedimos que sigas difundiendo tu amor en el mundo por medio de estos fieles testigos de tu amor.
Hoy venimos a ti con tristeza en nuestros corazones. Tristeza porque en muchos lugares del mundo la gente anhela la paz, pero no hay paz. Traemos ante ti el sufrimiento de todos los lugares donde el ciclo de violencia se perpetúa y parece no tener fin.
En los campos de refugiados en Sudán, en las ruinas de Gaza, en los pueblos y ciudades de Ucrania, en las colinas del Congo oriental, en las selvas de Colombia, en las montañas de Myanmar.
Traemos ante ti los niños y las niñas que han perdido a sus padres en la guerra; las madres desesperadas que permanecen junto a los cuerpos sin vida de sus hijos entre los escombros de sus casas bombardeadas.
A través de tu hijo Jesucristo conoces el sufrimiento que padecen, conoces el desamparo que sienten, conoces su desesperación. Confiamos en que estés presente entre ellos.
Te pedimos que conmuevas los corazones de quienes sufren. Para que sientan tu amor, tu consuelo, tu poder.
Te pedimos que conmuevas los corazones de quienes causan su sufrimiento. Para que sientan empatía. Para que se arrepientan. Para que salgan de las tinieblas de la muerte al resplandor de la vida.
Oramos por todos nosotros para que podamos ver el sufrimiento no solo de los nuestros, sino también de los otros. Para que seamos instrumentos de paz.
Dios de gracia, el día del aniversario del Consejo Mundial de Iglesias, te pedimos que llenes nuestros corazones con tu espíritu para que podamos ser testigos del amor de tu hijo Jesucristo que lleva al mundo a la reconciliación y la unidad.
Dios, depositamos nuestro futuro y el futuro del mundo en tus manos. Confiamos en ti. Eres nuestro creador, nuestro sustentador, nuestro redentor. Sabemos que abrirás la puerta de la paz.
Amén.