Intercesiones
Damos gracias por:
- Las personas, las iglesias y otras organizaciones que siguen comprometidas con la búsqueda de la sanación, la justicia y la verdad.
- La promoción de los derechos humanos y las instituciones democráticas.
- Las diversas formas en que los miembros de distintas tradiciones religiosas y origen étnico colaboran por el bien común, y para atender las necesidades de las personas y la Creación.
- La manera en que las iglesias han dirigido, sobre la base de las vivencias de las personas, una labor ecuménica mundial a favor de una economía al servicio de la vida.
Oramos por:
- Un mayor respeto por los pueblos indígenas y una mayor aceptación de todas las personas, por encima de las barreras del origen étnico y la religión.
- La protección de los niños frente a la violencia y los abusos, y el reconocimiento de sus derechos y dignidad.
- Una ayuda eficaz y el empoderamiento de quienes viven en la pobreza y otras situaciones de marginación.
- Quienes protegen y cuidan las tierras, los bosques, las aguas y los glaciares amenazados de la región.
- La verdad y la justicia en las investigaciones en curso para encontrar a los responsables de los crímenes contra la humanidad, y por que se continúe el proceso de sanación de las personas afectadas.
- Un desarrollo ecuménico que beneficie a todas las personas y que aborde de manera eficaz los factores sistémicos que lo obstaculizan.
Oraciones
Credo del Dios peregrino
Creemos en un Dios peregrino,
que sobrepasa fronteras, límites y barreras,
que deja atrás su grandeza y nos encuentra en el camino
y se nos presenta tendiéndonos su mano:
“yo soy el Señor, tu Dios, yo te cuido, voy contigo”.
Creemos en Jesucristo, que caminó nuestra tierra,
que nació fuera de un hogar, que no encontró un lugar,
caminante y peregrino, ya perseguido de niño,
que reveló la justicia y trajo paz a la gente,
que se jugó la vida hasta la misma muerte.
Creemos en el Espíritu, que nos pule y nos revela,
con viento fuerte y arena,
y que nos da valor para ser testimonio
de la inmensa gracia de Dios.
(Margarita Ouwerkerk, Argentina)
Dios de la Vida,
que pusiste en el ser humano
la impronta de tu imagen y semejanza
y nos hiciste copartícipes de tu creación,
¡perdona nuestra incapacidad para respetar y proteger la vida en todas sus formas!
Dios de la Justicia,
que nos llamaste a transitar ese camino
como única ruta que lleva a la Paz verdadera,
¡perdona nuestras injusticias cotidianas que condenan a tantas personas
a la muerte por hambre, exclusión y guerras
y nos llevan al abismo de una violencia sin fin!
Dios Encarnado en la Historia,
¡perdona porque te aprisionamos con nuestros dogmas,
te limitamos a nuestras instituciones religiosas,
y te crucificamos en los vulnerables de hoy!
Oh Dios,
fortalécenos en el trabajo cotidiano por un mundo más justo,
que acepte las diferencias y construya en la diversidad.
Renueva nuestro compromiso por la Paz con Justicia,
un compromiso que denuncie la soberbia
de quienes se creen poderosos y dueños de las vidas de los demás.
Danos visión para desterrar la violencia en todas sus formas
y cimentar nuestras vidas y la vida de nuestros pueblos
en el respeto, la equidad, la verdad y la justicia.
(Obispa Nelly Ritchie, Argentina)