Hoy nos detenemos para recordar a los seis millones de judíos víctimas del Holocausto y los millones de otras víctimas del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Además de ser una conmemoración anual de las preciosas vidas perdidas durante aquella atroz manifestación del mal, el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto es también un saludable recordatorio recurrente del camino que lleva del miedo y el odio al ‘otro’ –por medio de la negación de la dignidad humana y la igualdad de derechos de todas las personas– al genocidio. Lejos de ser un episodio que se desvanece en una historia cada vez más lejana, el Holocausto sigue siendo una amenaza constante. Para el pueblo judío, los armenios, los ruandeses y otros grupos que han sufrido el genocidio, es una realidad permanente e indeleble.
En los últimos años, hemos observado que se dan cada vez más licencias a la incitación al odio y la demonización de los otros en el discurso político y público. Hemos visto resurgir expresiones de antisemitismo y odios a otros grupos. Y hemos sido testigos de las repercusiones de estos fenómenos en nuestras sociedades y relaciones. En su reunión de junio de 2019, el Consejo Mundial de Iglesias y el Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas se comprometieron a trabajar juntos para combatir esta generalizada ‘normalización del odio’.
En este Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, todas las personas religiosas y de buena voluntad deben volver a comprometerse con el desafío constante de resistir y cuestionar el antisemitismo y todos estos odios que niegan la imagen de Dios en otros seres humanos. Al conmemorar a las víctimas del Holocausto, estamos llamados a hablar y actuar para evitar que se repita.
Ginebra, 27 de enero de 2021
Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca
Secretario General Interino
Consejo Mundial de Iglesias