En un llamado conjunto al presidente nigeriano Muhammadu Buhari, el Consejo Mundial de Iglesias y la Federación Luterana Mundial expresaron su pesar por la continua violencia en Nigeria e instaron al gobierno nigeriano a proteger mejor a la población.
En la carta se afirma: “La reciente ejecución del reverendo Lawan Andimi por Boko Haram a pesar de la proclamada derrota de los insurgentes es una de las últimas atrocidades de la larga y dolorosa historia de violencia extremista en la región, y nos impulsa a transmitirle este llamado”. “Si el clero es el objetivo, los miembros civiles de la comunidad corren un riesgo aún mayor”.
Las dos organizaciones condenan todos los asesinatos y ataques sin sentido que tienen como objetivo a personas, tanto cristianas como musulmanas, con motivo de su identidad religiosa.
“Su gobierno afirma que ha derrotado la insurgencia de Boko Haram”, prosigue la carta, “y, sin embargo, los ataques, los secuestros, la extorsión, los asesinatos sectarios, las violaciones y el secuestro de niñas por parte de estos y otros grupos extremistas no han cesado”.
“De hecho”, continúa el llamado, “la intensidad de esos ataques ha aumentado considerablemente en las últimas semanas”. “La fe en el compromiso y la eficacia de su gobierno para la protección de los ciudadanos nigerianos pertenecientes a las comunidades a las que van dirigidos los ataques se encuentra bajo mínimos”. “Entre otras cosas, le instamos a reformar el sistema de seguridad y a garantizar que los altos funcionarios de seguridad sean representativos de la diversidad de las comunidades de Nigeria y que sus acciones sean eficaces para proteger a todas las comunidades afectadas”.
“La situación actual en Nigeria requiere un liderazgo resolutivo para poner fin a estas atrocidades”, insta el llamado. “Los riesgos para el futuro de Nigeria en ausencia de tal liderazgo y acción son preocupantes. Rogamos a Dios que le conceda sabiduría, capacidad de resolución y fuerza para afrontar estos retos”.