Se trata de manual “Hope for Children Through Climate Justice: Legal Tools to Hold Financiers Accountable” (Esperanza para los niños mediante la justicia climática: instrumentos jurídicos para responsabilizar a las entidades financieras) que ha estado mucho tiempo en proceso de elaboración, reconoció Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI.
Prove ofreció una visión de la historia de la labor del CMI en el ámbito de la justicia climática, que concretamente ha adoptado un enfoque de “seguir la pista del dinero” para sacar a la luz qué personas físicas o jurídicas están actuando con desprecio hacia el futuro de los niños.
Analizar las intenciones
La encargada del programa del CMI sobre los derechos de los niños y el clima, Frederique Seidel, ofreció una introducción y un resumen del manual, que incluye una serie de instrumentos sencillos y básicos para iniciarse en el ámbito de los litigios climáticos.
También argumentó por qué era necesario: las personas con conciencia deben actuar, en particular aquellas que no se dan cuenta de que su dinero está financiando a entidades empresariales responsables de prácticas medioambientales nocivas.
“Nadie tiene realmente la intención de perjudicar a los niños con sus decisiones bancarias o de inversión. La verdad es que muchas personas no ven la conexión, pero cuando se lo explicas están dispuestas a hacer todo lo posible para proteger el futuro de los niños. Por eso, hemos creado una plantilla que pueden enviar a sus bancos o fondos de pensiones”, explicó Seidel.

Yvan Maillard de HEKS-EPER, la organización de ayuda de la Iglesia Protestante en Suiza, comparte su experiencia a la hora de apoyar medidas jurídicas para promover la justicia climática.
Puesta en común de casos de estudio
Yvan Maillard de HEKS-EPER, la organización de ayuda de la Iglesia Protestante en Suiza, compartió información actualizada sobre un caso relacionado con Holcim, una gran empresa cementera.
“Hay cuatro demandantes”, explicó Maillard refiriéndose a la historia de una comunidad gravemente afectada por el cambio climático. “Viven en una pequeña isla”.
Los residentes de la isla de Pari, que trabajan principalmente en el sector de la pesca o el turismo, sufren inundaciones cada vez más severas. Ello implica la anulación de viajes por parte de los turistas, una disminución de la población de peces y la contaminación de pozos con agua salada.
“Hay una creciente ansiedad por el futuro de los habitantes de la isla y también por el futuro de sus hijos”, dijo Maillard.
Holcim, que ha emitido miles de millones de toneladas de CO2, no es por supuesto la única empresa responsable de la crisis climática, pero es, sin lugar a duda, una de las principales, observó Maillard.
“Es por ello que los demandantes decidieron litigar contra esta empresa”, afirmó Maillard. “Se trata de una demanda civil por daños y perjuicios, y también piden a la compañía que reduzca sus emisiones”.
“Pero la justicia en Suiza no es muy rápida”, añadió Maillard. “Los demandantes esperan que se tome una decisión antes de finales de año”.

Sébastian Voegeli y Marine Rubeli, abogados y especialistas climáticos de “Avocat.e.s pour le climat”.
Enfoque proactivo
Los abogados y especialistas climáticos Sébastian Voegeli y Marine Rubeli mostraron cómo adoptar un enfoque proactivo en materia de litigios. “La mayor parte de nuestro trabajo consiste en asesorar sobre cómo utilizar la legislación medioambiental vigente en Suiza”, indicó Voegeli.
En este sentido, dio ejemplos de acciones jurídicas que han resultado ser muy eficaces, entre las que cabe destacar un pleito contra la FIFA que cuestionaba sus afirmaciones de organizar eventos “libres de emisiones”. Voegeli explicó cómo la FIFA estaba haciendo un “lavado de imagen verde” o afirmaciones deliberadamente falsas sobre su responsabilidad climática.
“Hubo una importante cobertura mediática y esto también motivó a los organizadores de otros eventos deportivos a ponerse en contacto con nosotros de antemano para conocer nuestra opinión sobre su comunicación sobre los aspectos medioambientales”, dijo Voegeli.
Rubeli, que aconsejó que los demandantes eligieran un proyecto financiero concreto para actuar, expuso diversos medios a los que pueden recurrir los titulares de cuentas en bancos suizos. A los bancos cantonales, por ejemplo, se les puede exigir que se atengan a los marcos internacionales de derechos humanos, incluido el derecho a un medio ambiente saludable y el derecho a la vida. La Comisión Suiza de Equidad y la Ley sobre la competencia desleal son otras dos vías que permiten a los titulares de cuentas en bancos suizos exigir a las instituciones financieras que rindan cuentas por difundir información engañosa sobre inversiones que pretenden ser “buenas para el planeta”.
Rubeli también dijo que en Suiza se puede utilizar el proceso de denuncia ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) como mecanismo de mediación.
Por medio de este mecanismo, en última instancia, se puede establecer un compromiso por parte de un banco. “Lleva a un acuerdo y no es vinculante ni ejecutable”.

Frederique Seidel, encargada del programa del CMI sobre los derechos de los niños y el clima, y Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, con el manual publicado recientemente.
No obstante, como señaló Seidel, “aunque la OCDE no sea vinculante, ¡imagínense si todas las iglesias empezaran a presentar denuncias ante la OCDE! Este tipo de acción sí influye en la toma de decisiones”.
Un sacerdote filipino, el Rev. Edwin Gariguez, proporcionó información actualizada sobre su labor con bancos europeos para exigir que reduzcan sus vínculos con las empresas detrás de los nuevos proyectos de combustibles fósiles que están destruyendo el paso de la Isla Verde, el hábitat marino con mayor biodiversidad del mundo, comparable a un Amazonas de los océanos.
En concreto, habló de la empresa San Miguel Global Power, de la que el banco UBS es el segundo principal inversor europeo.
“La mayoría de comunidades del paso de la Isla Verde están sufriendo mucho a causa de los proyectos de combustibles fósiles porque empiezan a haber menos peces y las compañías de energía sucia tienen efectos devastadores”, afirmó.
Al término del diálogo, Prove volvió a centrar la atención en la razón moral que sustenta todo este trabajo: la esperanza para los niños.
“Hemos de tirar de todas las palancas, por motivos de urgencia, para mantener la esperanza”.
Se alienta encarecidamente a las iglesias miembros del CMI y sus asociados a participar en la formación en línea sobre los instrumentos para los litigios climáticos que tendrá lugar el 15 de abril a las 14:00 CET. Para participar en la formación en línea, inscríbase aquí.
Se invita a las iglesias y asociados que quieran unirse a este proyecto a enviar un mensaje a [email protected].
Resumen de los puntos destacados del nuevo manual (folleto de cuatro páginas, en inglés)
Galería de fotografías del acto de presentación del manual