“Reconocemos que el camino por delante está lleno de desafíos, habida cuenta de la inestabilidad política, las divisiones sociales y las dificultades económicas que pesan sobre su país”, escribe Pillay en su carta. “No obstante, incluso en estos tiempos difíciles, el firme testimonio de su fe y la presencia permanente de Cristo entre ustedes nos infunden esperanza”.
Pillay ofreció oraciones, en nombre de la comunidad mundial de iglesias, para las personas desplazadas y vulnerables, para quienes lloran la pérdida de seres queridos y para quienes se esfuerzan en reconstruir las comunidades y fomentar la esperanza.
“Asimismo, les alentamos, queridos hermanos y hermanas, a permanecer unidos como cristianos”, dice la carta. “Su testimonio de unidad en medio de la diversidad y su compromiso con la reconciliación pueden ser un signo poderoso del reino de Dios para una nación que necesita sanación”.
Pillay reiteró la determinación del CMI en seguir abogando por la paz y la justicia en Siria. “Continuaremos instando a la comunidad internacional a priorizar la ayuda humanitaria, proteger los derechos humanos y apoyar los esfuerzos encaminados a construir un futuro justo e inclusivo para todos los sirios, independientemente de su origen étnico y de su religión”, reza la carta. “En estos tiempos de incertidumbre, les animamos a seguir viviendo su fe con valentía y esperanza”.
Carta de solidaridad del CMI a los dirigentes de las iglesias de Siria (en inglés)