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“Este acto atroz contra un lugar de refugio y de seguridad para personas vulnerables, sobre todo niños y familias, es totalmente inaceptable”, dijo Pillay.
Además, expresó su gran preocupación por el cierre forzado del Hospital Anglicano Árabe Al-Ahli.
“Pedimos a todas las partes que pongan fin de inmediato a la violencia y acuerden un alto el fuego. Nuestros pensamientos y oraciones están con las víctimas y sus familias durante este momento trágico”, dijo Pillay.
La Diócesis de Jerusalén, de la Iglesia Episcopal de Jerusalén y de Oriente Medio, hizo pública una declaración en la que señalaba que, en medio de la escalada de las acciones militares en la zona de la ciudad vieja de Gaza en la Franja, el Hospital Anglicano Árabe Al-Ahli ha sido obligado a cerrar sus puertas por el ejército israelí.
Suheila Tarazi, directora del hospital, informó de que el 7 de julio se produjeron una gran cantidad de disparos desde drones en las inmediaciones del hospital, a lo que siguió el anuncio inmediato de que todas las personas debían evacuar inmediatamente todos los edificios, incluidos los del hospital.
“Inevitablemente, esto puso en grave peligro a los heridos y los enfermos”, recogió la declaración. “Muy a nuestro pesar, ahora nuestro hospital no está operativo, en un momento en que sus servicios están muy demandados y en que los heridos y los enfermos tienen pocas opciones de lugares en los que recibir atención médica urgente”.
En la declaración también se expresa la profunda desolación ante el hecho de que una ambulancia fuera atacada cuando se dirigía al hospital. “Ahora mismo no tenemos información sobre el estado de nuestro conductor ni de los pacientes que estaban siendo trasladados para recibir tratamiento”, recoge la declaración.
El arzobispo anglicano de la Diócesis de Jerusalén, Hosam Naoum, dijo: “Protestamos en los términos más enérgicos posibles por el cierre de nuestro hospital. En tiempos de guerra y gran sufrimiento, es esencial que se mantengan servicios de atención médica de emergencia para tratar a los heridos y los moribundos. Apelamos a las fuerzas israelíes para que nos permitan continuar con nuestro sagrado ministerio de atención médica y sanación. Pedimos que se ponga fin a los ataques contra los civiles y todas las personas vulnerables, y exigimos que todas las partes acuerden un alto el fuego inmediato”.
El Patriarcado Latino, en una declaración del 7 de julio, expresó su gran preocupación por las noticias de los ataques aparentemente lanzados por el ejército israelí contra la escuela de la Sagrada Familia en Gaza.
“Las imágenes y los informes de los medios de comunicación desde el lugar incluyen escenas de víctimas civiles y de destrucción en el recinto”, recoge la declaración. “Aunque es propiedad del Patriarcado Latino de Jerusalén, la escuela de la Sagrada Familia ha sido, desde el comienzo de la guerra, un lugar de refugio para cientos de civiles”.
No hay personal religioso que resida en la escuela.
“El Patriarcado Latino condena en los términos más enérgicos los ataques contra civiles o cualquier acción beligerante que no garantice que los civiles permanezcan fuera de la escena del combate”, recoge la declaración. “Seguimos orando por la misericordia del Señor y esperamos que las partes alcancen un acuerdo que ponga fin de inmediato al horrible baño de sangre y a la catástrofe humanitaria en la región”.
