“La visita al arzobispo fue una experiencia realmente especial”, dijo Pillay. “Me impresionó profundamente su compromiso con el CMI y su labor. Le hablé detalladamente sobre varias áreas de nuestro trabajo y se mostró enormemente agradecido por la labor que estamos realizando”.
También afirmó que mantuvo una conversación muy significativa con el ministro de Asuntos Exteriores, con quien compartió información sobre las iniciativas de pacificación del CMI. “El ministro está dispuesto a participar en nuestra iniciativa de mesa redonda sobre Ucrania y Rusia”, informó Pillay. “Además, el ministro de Educación, Religión y Cultura también mostró gran interés por la labor del CMI y tiene previsto visitarnos en Ginebra para hablar de posibles colaboraciones. Me han conmovido profundamente el apoyo al trabajo y las actividades del CMI y el compromiso expresados tanto por la Iglesia Ortodoxa Griega como por el Gobierno”.
El arzobispo Jerónimo agradeció a Pillay su visita y, en una reflexión sobre la dolorosa naturaleza de las divisiones mundiales, señaló: “Se trata de numerosas divisiones de diversa índole que son muy dolorosas. Ante esto, lo único que podemos hacer es trabajar juntos sobre el terreno. La cuestión de qué es lo que sucede en la comunicación entre las personas, y de las pocas oportunidades que tenemos de que se escuchen nuestras voces, es una cuestión que sigue en el aire. También deja un sentimiento amargo constatar que tratar de no crear divisiones conlleva mucho esfuerzo”.
El secretario general del CMI realizó una visita guiada por el metropolitano Gabriel de Nueva Jonia al terreno donde se están llevando a cabo las obras de construcción del “Centro jónico” de la Metrópolis de Nueva Jonia, Atenas, que incluye una iglesia, una guardería, un centro de conferencias, un museo y una casa para huéspedes.