“Nos unimos en oración a todas las familias y comunidades judías que se reúnen para recrear los rituales que mantienen viva la experiencia del éxodo en nuestros corazones y en nuestras mentes”, dijo Pillay. “Que el pueblo forjado por el recuerdo de los años de esclavitud y vida errante honre al Dios de la liberación con su afán de hacer justicia, reconciliar y unir a la humanidad”.
Pillay agradeció especialmente las conversaciones y la colaboración con las hermanas y hermanos judíos para garantizar la paz y la seguridad en Tierra Santa como anticipo de la encarnación del poder liberador de Dios en la actualidad.
“En mi reciente visita a Tierra Santa, y en mis encuentros con líderes religiosos y políticos, fue significativo el mensaje de tender puentes a través de nuestro diálogo interreligioso y nuestros esfuerzos por la paz”, afirmó. “Que Dios nos ayude a ahondar en nuestra fraternidad y solidaridad en nuestros esfuerzos conjuntos para encarnar la justicia, la reconciliación y la unidad de Dios para el florecimiento de todas las personas y de toda la creación”.
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