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Philippine girls running

Necabless Barrio (right), is a 12-year old girl on Bayas, a small island in the Philippines municipality of Estancia. Here she runs with her friend Francenn Sulayao. The island was ravaged by the passage of Typhoon Haiyan, known locally as Yolanda, in November 2013. Both deaf and mute, Barrio fled with her family as the waters rose, but got her foot tangled in some electrical cables. With the water at the girl's neck and still rising, her mother managed to free her and get her to higher ground.

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La declaración reconoce que el actual contexto mundial está marcado por el aumento de los conflictos, las divisiones y las desigualdades; por el resurgimiento del racismo, los ataques xenófobos a las personas migrantes, el antisemitismo, las violaciones de los derechos de la mujer y otras formas de discriminación, y por las amenazas contra las personas que defienden los derechos humanos, así como por el autoritarismo, el nacionalismo populista y las formas de extremismo religioso y de otros tipos, que constituyen un serio peligro para la seguridad física y la dignidad y los derechos humanos de diversas comunidades y personas en todo el mundo. 

“Este contexto recuerda lamentablemente el momento en el que se fundó el CMI, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando, movido por la repulsa ante las terribles violaciones de la dignidad humana que Dios le confiere a cada persona perpetradas durante dicho conflicto, el movimiento ecuménico internacional se comprometió y participó activamente con otros miembros de la comunidad internacional en el desarrollo de marcos jurídicos internacionales para la promoción y protección de los derechos humanos, incluida la libertad de religión o de creencias”, afirma la declaración. “En los últimos años se ha cuestionado cada vez más la universalidad de los derechos humanos, entre otras cosas por el evidente doble rasero en la aplicación del derecho internacional de los derechos humanos”.

El texto de la declaración señala que muchos Estados instrumentalizan estos principios con fines políticos.

“Este uso indebido de los principios que deberían ser de aplicación universal ha dañado su credibilidad ante los ojos de muchas personas, y los ha debilitado para servir a los propósitos esenciales para los que fueron concebidos”, afirma la declaración. “Las diferencias de opinión sobre la naturaleza y la calidad de la relación entre los principios de la religión cristiana y los principios reflejados en el derecho internacional de los derechos humanos también se han hecho cada vez más evidentes durante estos años, a pesar de la historia de la estrecha participación del CMI en el desarrollo y la promoción del derecho internacional de los derechos humanos como marco para la rendición de cuentas por las violaciones de los derechos humanos y para la protección de la dignidad humana que Dios nos ha dado”.

La declaración afirma y subraya la necesidad de un marco universal de responsabilidad jurídica por la violación de la dignidad y los derechos humanos.

Interpela a la comunidad mundial del CMI a que “escuche a las víctimas de las violaciones de los derechos humanos y se solidarice con ellas, apoyándolas en la oración, en su dolor y en la defensa de sus derechos”, y a que “redescubra las ricas narrativas bíblicas que afirman la dignidad humana, la justicia y el Estado de derecho para una reflexión teológica y discernimiento más profundos en aras de una acción responsable”.

La declaración también reconoce que la dignidad humana no debe entenderse de manera aislada con respecto a la integridad de toda la creación. “Afirmamos que defender la dignidad y los derechos humanos universales forma parte de la lucha por la justicia, la paz y la integridad de la creación, y es un medio de reconciliación y un testimonio de unidad”, dice la declaración. “Nos comprometemos a seguir abordando las diferencias de perspectiva y enfoque dentro del movimiento ecuménico para trabajar en pos de conclusiones y recomendaciones comunes para que las iglesias reconozcan y afirmen las raíces bíblicas de la dignidad humana como base de la codificación moderna de los derechos humanos, y defiendan los derechos humanos y el Estado de derecho como parte integrante de la vida y el testimonio de las iglesias”.

El Comité Ejecutivo del CMI, elegido durante la 11ª Asamblea del CMI, celebró su primera reunión del 7 al 11 de noviembre y se centró en el seguimiento de la Asamblea, la planificación para 2023 —incluyendo el presupuesto y los planes programáticos— y la formulación de declaraciones que respondan a las situaciones críticas que afectan a la comunidad de iglesias miembros del CMI.

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