“Estos actos no solo ponen en peligro innumerables vidas civiles, sino que constituyen graves violaciones del derecho internacional, y abocan a la región a un conflicto más amplio y devastador”, afirmó. “Pedimos urgentemente a todas las partes que actúen inmediatamente con moderación”.
Pillay dijo que un alto el fuego inmediato es esencial para evitar más pérdidas de vidas y sufrimiento. “Solo poniendo fin a estas hostilidades podemos allanar el camino hacia un diálogo significativo, el cual sigue siendo el único camino viable hacia una paz justa y sostenible”, observó.
La reciente votación del Knesset de prohibir las actividades de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) en Israel podría llevar al cierre de su sede en Jerusalén Oriental.
“Condenamos firmemente esta legislación sin precedentes que apunta efectivamente a una agencia humanitaria de la ONU, planteando una grave amenaza a la labor esencial de la UNRWA, un organismo que a lo largo de más de setenta años ha prestado una ayuda y un socorro indispensables a los refugiados palestinos”, declaró Pillay. “En solidaridad con las personas afectadas en Gaza, el Líbano y en todo Oriente Medio, instamos a la comunidad internacional y a las comunidades religiosas del mundo entero a sumarse a nosotros para abogar por el fin de este ciclo destructivo de violencia”.
Pillay concluyó diciendo: “Hacemos un llamado a un compromiso renovado con el derecho internacional, la diplomacia, y el respeto de la dignidad humana y la soberanía, elementos esenciales para construir un futuro pacífico y duradero para todos los pueblos y naciones de la región”.
Leer la declaración del CMI sobre la escalada de la violencia en Oriente Medio (en inglés)