El ataque más reciente provocó el derrumbamiento de dos muros en la planta superior del edificio y en el comedor, junto a una zona donde se refugian varias personas desplazadas, algunas de las cuales resultaron heridas al encontrarse cerca de dichos muros en el momento del ataque.
“Con profundo dolor y preocupación hemos recibido la noticia del ataque contra la Iglesia de San Porfirio, en el norte de Gaza, en el que han resultado heridas varias personas”, declaró Pillay.
San Porfirio, considerada la tercera iglesia más antigua del mundo, también fue bombardeada el 20 de octubre de 2023, en un ataque en el que murieron al menos dieciséis personas. “Una vez más, este lugar sagrado, espacio de refugio para la población civil, se ha convertido en escenario de tragedia, dolor y desesperación”, afirmó Pillay.
Según informaron las autoridades israelíes, el pasado sábado, al menos doce personas, entre ellas varios menores, murieron a causa del impacto de un cohete sobre un pueblo de los Altos del Golán, bajo control israelí, en un ataque que ha hecho temer una escalada mayor del prolongado conflicto.
“Los ataques contra los Altos del Golán y la iglesia de San Porfirio son el desolador recordatorio de cuán urgente es lograr un alto el fuego inmediato y una resolución sostenible y justa del conflicto en Gaza”, declaró Pillay. “Nos solidarizamos con todas las personas afectadas por esta tragedia y oramos por la pronta recuperación de las que resultaron heridas”.
“Condenamos rotundamente estos ataques contra civiles. Estas acciones no solo perjudican a personas inocentes, sino que agravan la ya de por sí grave situación que afronta la población de Gaza y de los Altos del Golán, y alimenta aún más el ciclo de violencia. Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger y garantizar los derechos de todos los civiles”.