En los informes del Patriarcado Ortodoxo Griego, se indica que, de entre las familias cristianas y musulmanas que se habían refugiado en la iglesia adyacente al edificio destruido, un gran número de personas han resultado heridas, algunas gravemente.
“A diferencia de otros informes sobre un ataque similar ocurrido la semana pasada, este ha sido confirmado por el Patriarcado Ortodoxo Griego en una declaración”, dijo el Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, secretario general del CMI. “Oramos por la sanación de todas las personas heridas y transmitimos nuestras condolencias al patriarca Teófilo III y a todos nuestros hermanos y hermanas ortodoxos griegos en Cristo”.
Asimismo, Pillay afirmó: “Condenamos este ataque inadmisible a un recinto sagrado e instamos a la comunidad internacional a hacer cumplir la protección en Gaza de los santuarios de refugio, incluidos los hospitales, las escuelas y los lugares de culto”.
En una declaración publicada el 19 de octubre, el Patriarcado de Jerusalén subrayó que “atacar a las iglesias y sus instituciones afiliadas, así como los refugios que estas proporcionan a ciudadanos inocentes, en particular a niños y mujeres que han perdido sus hogares a raíz del bombardeo israelí de zonas residenciales durante los últimos trece días, constituye un crimen de guerra que no puede ignorarse”.
A continuación, en la declaración se indica que, “a pesar de los evidentes ataques contra las instalaciones y refugios del Patriarcado Ortodoxo Ortodoxo de Jerusalén y otras iglesias, incluido el hospital bautista, escuelas y otras instituciones sociales, el Patriarcado, junto con las demás iglesias, sigue comprometido con el cumplimiento de su deber religioso y moral de proporcionar asistencia, apoyo y refugio a las personas necesitadas, incluso ante las continuas exigencias israelíes de evacuar a los civiles de estas instituciones, y de las presiones ejercidas sobre las iglesias en este sentido”.
A este respecto, Pillay dijo: “Estamos contentos de que el Patriarcado no se deje disuadir por las circunstancias actuales y siga ofreciendo apoyo, atención y ministerio a todas las personas que padecen las desastrosas consecuencias de la guerra y la violencia. Oramos para que la fortaleza y la esperanza no decaigan y para que todas las potencias trabajen en favor de un cese inmediato de los continuos ataques contra civiles inocentes y, sobre todo, en favor del diálogo para lograr una paz justa en Palestina e Israel”.
Declaración del Patriarcado de Jerusalén (en inglés)
Declaración de la Diócesis Episcopal de Jerusalén (en inglés)