“Alabamos su sensatez al asumir su responsabilidad personal e institucional por el silencio y la incapacidad de hacer frente a los atroces abusos cometidos contra niños”, afirmó Pillay. “Nuestros corazones y nuestros pensamientos están con las víctimas y las familias de quienes han padecido abusos”.
Pillay dijo que el CMI ora para que las heridas y cicatrices emocionales que han sufrido a lo largo del tiempo encuentren la sanación, la paz y la justicia de Dios.
“Nuestras oraciones también están con la Iglesia de Inglaterra al atravesar estos momentos difíciles y de transición a un nuevo liderazgo”, dijo. “Que Dios les dé sabiduría en el camino a seguir para abordar los desafíos, y encontrar la manera de llegar a las víctimas y sus seres queridos y prestarles asistencia. Que el Dios de vida, esperanza, amor y verdad nos guíe en todos nuestros caminos”.
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