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En las calles de Nueva York, unos 60 000 jóvenes instaron a sus responsables gubernamentales, a las iglesias y a todos los adultos a su alrededor, no solo a articular un discurso adecuado, sino también a iniciar una transformación en sus vidas diarias. Para los representantes del CMI, así como para los de la Federación Luterana Mundial, ACT Alianza y otros grupos religiosos, la marcha fue una afirmación del trabajo que se está llevando a cabo por la justicia climática.

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El Rev. Dr. Jerry Pillay, secretario general del CMI, destacó la urgencia ética del momento: “Como creyentes, creemos que hacer frente a la crisis climática no es solo una necesidad científica, sino una profunda obligación moral arraigada en los valores cristianos de justicia y compasión. Instamos a los países desarrollados a predicar con el ejemplo, reconociendo su responsabilidad histórica y apoyando una respuesta mundial que atienda las necesidades de las personas más vulnerables, honrando la creación de Dios y respetando nuestro compromiso de cuidar unos de otros”.

El mensaje clave del CMI en la COP29 es exhortar a los países desarrollados a reducir drásticamente las emisiones de combustibles fósiles. También hace hincapié en la urgencia de aumentar la financiación relacionada con el clima para ayudar a las comunidades a afrontar el impacto climático, especialmente a las que cuentan con menos recursos para adaptarse.

El CMI también pide a los líderes mundiales que aborden los profundos efectos no económicos del cambio climático, como la pérdida cultural y el trauma, que afectan de manera desproporcionada a los pueblos indígenas y otras comunidades vulnerables.

“Las repercusiones del cambio climático van más allá de los daños físicos. Afectan al corazón mismo de las comunidades, erosionando su patrimonio cultural y su identidad espiritual, especialmente en el caso de los pueblos indígenas”, dijo Athena Peralta, directora de la Comisión del CMI sobre Justicia Climática y Desarrollo Sostenible. “Los marcos de financiación de la lucha contra el cambio climático deben tener en cuenta estas pérdidas intangibles, respetar y proteger los conocimientos indígenas como instrumentos vitales para encontrar soluciones resilientes al cambio climático”.

La delegación del CMI, integrada por representantes de diversas regiones, está colaborando con asociados religiosos y de la sociedad civil, entre los que figuran ACT Alianza, la Federación Luterana Mundial y el Comité Interreligioso de Enlace de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que el CMI copreside. Mediante la labor ecuménica e interreligiosa, aspiran a amplificar el llamado colectivo a favor de una acción climática justa y eficaz, así como a garantizar que la COP29 promueva compromisos basados en la igualdad, la rendición de cuentas y la compasión.

Un diálogo interreligioso sobre el clima insta a la acción, la compasión y la resiliencia en vísperas de la COP29 (comunicado de prensa, 07 de noviembre de 2024) (en inglés)

COP16 sobre biodiversidad: imperativos éticos, perspectivas indígenas, y trabajo que queda por delante (comunicado de prensa, 04 de noviembre de 2024) 

El CMI, ACT Alianza y la Federación Luterana Mundial hacen un llamamiento conjunto a la acción por la biodiversidad (comunicado de prensa, 30 de octubre de 2024)

El CMI emprende el viaje de la triple COP para defender el cuidado de la creación y la justicia (comunicado de prensa, 24 de octubre de 2024)