El Rev. Joannes Owino Siang’a fue elegido miembro del comité en la 11ª Asamblea del CMI celebrada en la ciudad alemana de Karlsruhe. Él representará a personas con discapacidad en el equipo que lleva específicamente la autoridad y la responsabilidad de gobernanza de la comunidad mundial de iglesias.
“Me siento humilde de desempeñar este enorme rol y confío en que el Señor me conduzca a lo largo de todo el camino y me conceda su sabiduría”, comentó y añadió: “Soy feliz porque sé que en el pasado, la problemática de las personas con discapacidad ha sido ignorada y olvidada. Estoy entusiasmado, pues nuestras voces serán escuchadas a través de mi”.
Su vida comienza en Ugenya, región al oeste del condado de Siaya, Kenya, donde nació en 1972. El Rev. Siang’a no fue sordo de nacimiento, pero a los siete años contrajo meningitis, enfermedad que se caracteriza por la inflamación del fluido y de las tres membranas (meninges) que rodean el cerebro y la médula espinal.
Un año después, cuando salió del hospital, aquel niño ya no podía oír ni hablar. Al principio, la familia, y sobre todo su madre, creían que su hijo que antes hablaba con fluidez el dialecto Luo y el suajili había sido embrujado. Sus padres eran cristianos devotos, pero desfavorecidos, y tenían 10 hijos.
Después de iniciar su educación en la escuela primaria para sordos de Nyangoma en Bondo y de recibir formación en carpintería en el Instituto Centro de Formación de Kisumu, Kenya occidental, el Rev. Siang’a se incorpora a la Universidad de la Gracia de África Oriental y Formación en el Santo Ministerio para cursar estudios de teología.
Anteriormente, en 1993, se había unido a la Iglesia Presbiteriana de África Oriental que le presentó un amigo sordo. Tras sus estudios de teología entre 1995 y1988, pasó a ser evangelizador en dicha iglesia.
“Mi pasión por servir en el ministerio santo comenzó hace tiempo en San Andrés, la Iglesia Presbiteriana de África Oriental en Nairobi, donde fui evangelizador de la congregación de sordos”, indica el Rev. Siang’a que es padre de tres hijos.
En 2009, es el primer sordo ordenado pastor de la Iglesia Presbiteriana de África Oriental. Poco después, se le asigna el cargo de ministro asociado de la parroquia de Macupa de esa iglesia en la región costera de Kenya, donde trabaja como voluntario por casi 10 años a fin de establecer un ministerio para sordos
Actualmente, es ministro a cargo de las personas con discapacidad en el presbiterio de Pwani de la región. También asesora a la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana de África Oriental sobre cuestiones de discapacidad y preside la sección de personas con discapacidad del Consejo Nacional de Iglesias de Kenya, en la ciudad costera de Mombasa.
Sus actividades cotidianas abarcan la coordinación de los ministerios de discapacidad en iglesias del presbiterio, la preparación de sermones y consejos, así como la intervención en favor de otras personas que se enfrentan a desafíos. Además, su labor comprende realizar visitas pastorales a los miembros y la comunidad de sordos de la región.
Este año participó en la asamblea del CMI celebrada en Karlsruhe, donde recibió su elección con alegría.
“Esta es la primera vez que participo plenamente en el CMI. Espero aprender mucho sobre sus políticas, primero en el desempeño de mi rol en el Comité Central y también en la labor para ser la voz de mi gente en el Consejo Mundial de Iglesias”, afirma el clérigo.
Por otra parte, el Rev. Siang’a preconiza una creciente sensibilización de la iglesia en lo que se refiere a la problemática de las personas con discapacidad.
“Las personas sordas y discapacitadas son una parte esencial de la iglesia que debería comprometerse a garantizar la acogida, la inclusión y la participación de todos como uno de sus objetivos principales. No habría que considerarlas una carga ni menos iguales”, explica.