El objetivo de la conferencia es ofrecer una perspectiva ecuménica sobre la importancia del Primer Concilio Ecuménico de Nicea, ahondando en su significado actual y centrándose no solo en su legado teológico, sino también en su pertinencia para la educación teológica y la formación ecuménica.
Teólogos, estudiantes y otros participantes en la conferencia, organizada conjuntamente por el Instituto Ecuménico de Bossey y la Comisión de Fe y Constitución del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), iniciaron debates en torno al punto de convergencia entre Nicea, la educación teológica ecuménica y las perspectivas de Fe y Constitución
La Rev. Dra. Kuzipa Nalwamba, directora del programa del CMI de Unidad, Misión y Formación Ecuménica, moderó la sesión plenaria de apertura, introduciendo el tema “Towards Nicaea 2025: Exploring the council’s ecumenical significance today” (Hacia Nicea 2025: explorar el significado ecuménico actual del Concilio).
Asimismo, explicó que la conferencia marca el comienzo de lo que el CMI ha designado un Año Ecuménico Especial, 2025, ofreciendo la oportunidad de revisitar los impulsos originales que han llevado a configurar la vocación común como una comunidad de iglesias.
“Fue hace diecisiete siglos —en el año 325 d. C.— cuando el emperador Constantino convocó el concilio”, dijo. “Ante este hito histórico, tenemos el gran privilegio de reflexionar sobre las duraderas repercusiones de las decisiones del concilio”.
Además de asistir a las sesiones plenarias, como la sesión de apertura, los participantes en la conferencia contribuirán a dar respuestas ecuménicas e intervendrán en mesas redondas.
El Rev. Dr. Benjamin Simon, decano del Instituto Ecuménico de Bossey y director de la Comisión de Educación y Formación Ecuménica del CMI, centró su discurso de apertura en el Credo de Nicea, que, según observó, se caracteriza por el hecho de que en cada artículo de fe se recalca “en un solo”.
“Siempre se hace hincapié en la unidad y la solidaridad”, observó. “El primer artículo empieza con las palabras ‘Creemos en un solo Dios’ y el segundo artículo sigue con la misma estructura, ‘Y en un solo Señor Jesucristo’”.
Finalmente, se concluye con la confesión de que “profesamos un solo bautismo para el perdón de los pecados”, señaló. “No cabe duda de que esta confesión de fe gira en torno a la unidad”.
El Dr. Andrej Jeftić, director de la Comisión de Fe y Constitución del CMI, puso de relieve la importancia de la conferencia para los trabajos en curso de Fe y Constitución.
“Ofrece una oportunidad excepcional para examinar las raíces de nuestra fe compartida, nuestra historia común y nuestra visión de la unidad”, afirmó. “Nicea también abordó cuestiones de orden eclesiástico, como la celebración común de la Pascua”.
El año 2025 incluye una fecha común para la celebración pascual.
El secretario general del CMI, el Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, inauguró oficialmente la conferencia, agradeciendo las contribuciones de estudiosos, teólogos y otros participantes.
Pillay expuso los objetivos de la conferencia: destacar la importancia ecuménica de las decisiones y los documentos de Nicea; examinar el impacto de Nicea en el desarrollo de la doctrina cristiana, la autocomprensión de la iglesia, las relaciones ecuménicas y el diálogo interreligioso; y reflexionar sobre maneras responsables de abordar desde el punto de vista ecuménico los resultados de Nicea en la educación teológica.
En este sentido, observó que en el movimiento ecuménico a menudo hablamos de la unidad visible de los cristianos.
Asimismo, instó a los participantes a centrarse en los desafíos actuales para la unidad cristiana.
“Si queremos vivir la plenitud de la unidad visible de los cristianos, no podemos eludir las cuestiones de teología y eclesiología”, afirmó. “Todavía no somos capaces de reunirnos en torno a la mesa del Señor y celebrar juntos”.