Las delegaciones de alto nivel de las tres principales iglesias etíopes —la Iglesia Ortodoxa Etíope Tewahedo, la Iglesia Evangélica Etíope Mekane Yesus y la Iglesia Católica de Etiopía— decidieron reunirse con vistas a reforzar la cooperación ecuménica “para responder a las necesidades humanitarias y promover la paz y la cohesión social en Etiopía”, según un acta emitida tras el encuentro.
El Consejo Mundial de Iglesias (CMI) actuó como convocante y facilitador del proceso. La reunión contó con el apoyo del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania.
Los dirigentes eclesiásticos etíopes hablaron extensamente sobre la grave situación humanitaria de su país. En la actualidad, unos veinte millones de personas necesitan ayuda alimentaria, hay muchos millones de desplazados internos, varias zonas del país sufren graves sequías o inundaciones, y los recientes brotes de paludismo han empeorado la situación. También se expresó el deseo de establecer una colaboración ecuménica en la promoción de los derechos humanos.
El acta publicada tras la reunión también describe la naturaleza del nuevo consejo de iglesias. “La nueva estructura que va a ser creada no puede ser un club exclusivo, pues de lo contrario se convertiría en una división institucionalizada dentro del cuerpo de Cristo”, reza el texto. “Al mismo tiempo, no puede estar abierta a todos sin criterios ni expectativas claros”.
Se designó un grupo de trabajo encargado de proseguir el proceso.
Un avance histórico
El Rev. Dr. Kenneth Mtata, director del programa de Testimonio Público y Diaconía del CMI, reflexionó sobre este momento histórico para el CMI y para el movimiento ecuménico.
“En el contexto del debate sobre la crisis humanitaria y la situación de conflicto en Etiopía, las iglesias han tomado conciencia de que ahora deben fortalecer su unidad y hoy se comprometen a establecer un consejo nacional de iglesias”, afirmó. “Este es un gran acontecimiento para el ecumenismo, y para el testimonio y la diaconía, y es algo que el CMI y el movimiento ecuménico deben celebrar”.
Las delegaciones eclesiásticas presentes en la reunión estuvieron encabezadas por el S.E. el arzobispo Petros, secretario general del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Etíope Tewahedo; el Rev. Dr. Yonas Yigezu Dibisa, presidente de la Iglesia Evangélica Mekane Yesus; y S.E. el cardenal Berhaneyesus Sourafiel, de la Iglesia Católica Etíope.
Durante la firma del documento de resolución con el que los dirigentes eclesiásticos sellaron su compromiso con el nuevo proceso y la nueva estructura, el Dr. Yonas Yigezu Dibisa comentó que las iglesias firmantes venían debatiendo desde hacía varios años sobre cómo crear una nueva estructura y reavivar la visión de la unidad ecuménica. Rindió homenaje a los dirigentes de iglesias que formaron hace varios decenios asociaciones y coaliciones para atender las necesidades de la población.
“Para que podamos ser una voz fuerte en favor de la paz, la justicia y la reconciliación, y, al mismo tiempo, abordar la crisis humanitaria, nos complace emprender este camino como consejo nacional de iglesias”, afirmó, al tiempo que los presentes prorrumpían en aplausos. “La firma de este documento es una señal de nuestro compromiso para hacerlo realidad”, declaró. “Las iglesias se han comprometido a abordar juntas la situación en Etiopía”.
Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales del CMI, afirmó que era un gran honor para el CMI contar con representantes de tan alto nivel de estas tres iglesias. “Juntos han dado algunos pasos muy importantes hacia la sistematización de la cooperación ecuménica en Etiopía”, afirmó Prove, y señaló que los nuevos compromisos también contemplan la reactivación de una anterior asociación ecuménica dedicada a la respuesta humanitaria. “Creo que estamos ante un avance histórico y una muestra de su compromiso de cooperar para satisfacer las necesidades —ya no solo de las iglesias, sino del pueblo etíope—, enviando una señal a toda la población de Etiopía sobre la importancia de la unidad para hacer frente a la adversidad”.
En una oración de clausura que tuvo lugar en el Centro Ecuménico de Ginebra, los asistentes dieron gracias por el don de la reconciliación y la unidad en Cristo.
Juntos oraron: “Qué maravilloso es, qué agradable, saber que se han hecho muchos esfuerzos para construir la paz y hacer realidad la reconciliación en Etiopía”. “Qué maravilloso es, qué agradable, vivir en una comunidad reconciliada, donde el arrepentimiento y el perdón se convierten en nuestro lenguaje común, donde la risa de nuestro prójimo se convierte en nuestra alegría, y su dolor, en el nuestro”.