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A man standing up hands a pair of woven gloves to a man sitting down, both dressed in religious garb.

El obispo Bo-Göran Åstrand entrega un par de guantes al papa Francisco de la Iglesia Católica Romana. 

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En su conversación con el papa Francisco, al hablar de peregrinación ecuménica, el obispo Åstrand destacó la dimensión de recorrer un camino, evocando la visita del papa Francisco al Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en Ginebra en 2018 y la actual peregrinación de justicia, reconciliación y unidad del CMI. Asimismo, observó que en los países nórdicos hay una creciente tendencia a la peregrinación, haciendo referencia, en concreto, a la reunión de peregrinos ecuménicos en Trondheim en 2030. 

Recordando los pasajes bíblicos sobre el hombre que viajaba de Jerusalén a Jericó y el buen samaritano, el obispo Åstrand también observó que “Cristo nos envía a todos al mundo” y dijo que “como peregrinos, estamos llamados a caminar juntos en este mundo, en nombre de la compasión y la reconciliación, y poniéndonos al servicio de la paz”.

La audiencia con el papa, celebrada el 19 de enero, tuvo lugar en el marco de la visita de una delegación de representantes de la iglesia finlandesa a Roma encabezada por el obispo Bo-Göran Åstrand, de la que también fueron miembros la diaconisa Karin Åstrand, el padre Martti Savijoki SCJ, la Rev. Mari Puska, el metropolitano Arseni de la Iglesia Ortodoxa de Finlandia, el Dr. Kimmo Kääriäinen, director ejecutivo del Departamento de Relaciones Internacionales del Consejo Nacional de Iglesias, Maria Mountraki de la Iglesia Ortodoxa de Finlandia y miembro del Comité Central del CMI, el obispo Raimo Goyarrola de la Iglesia Católica Romana, y el Rev. Lucas Snellman, director del Departamento Sueco de Comunicación de la Iglesia Luterana Evangélica de Finlandia. 

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Group of people posing for a photo together.

La delegación de representantes de la iglesia finlandesa posa para una foto con el papa Francisco y otros representantes de la Iglesia Católica Romana. 

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El papa Francisco agradeció a la delegación finlandesa su presencia, diciendo: “Esta reunión con ustedes es un signo viviente en medio de la actual Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos”.

“Asegurémonos”, añadió el pontífice, “de que este encuentro ecuménico anual siga prosperando y expandiéndose”.

El papa Francisco hizo hincapié en la importancia de “acoger siempre a nuestros pobres y a nuestras hermanas y nuestros hermanos olvidados” durante la Semana de Oración, incluyendo “a quienes se sienten abandonados por Dios o se han apartado del camino de la fe y la esperanza”.

Raíces históricas, tradiciones entrañables

El obispo Åstrand afirmó que la reunión era una importante expresión de la colaboración ecuménica en Finlandia y que visitar Roma, especialmente durante la Semana de Oración, es una tradición relevante desde el punto de vista de las relaciones a largo plazo entre las iglesias. 

En una entrevista telefónica desde Roma tras la audiencia con el papa Francisco, el obispo Åstrand dijo al Servicio de Noticias del CMI: “De hecho, esta es la 39a visita al Vaticano el 19 de enero, el día en que celebramos la vida y la obra de San Enrique”. Se trata de una tradición ecuménica que fue establecida por el arzobispo John Vikström junto con el obispo católico. Cada año, se pide a uno de los obispos luteranos que encabece la delegación que se reunirá con el papa y sus colaboradores en el Vaticano. 

“Este año es mi turno encabezar la delegación ecuménica en visita a Roma”. 

San Enrique fue quien trajo el cristianismo a Finlandia. Según la leyenda, llegó al país con el rey San Eric de Suecia y murió como mártir, convirtiéndose en una figura central de la iglesia católica local.

El obispo Åstrand subrayó la importancia de llevar consigo las raíces históricas, y la tradición de celebrar esta reunión anual que permite tener una audiencia con el papa Francisco y llevar una delegación ecuménica a Roma, reunirse con el cardenal Kurt Koch y su equipo, y celebrar un servicio conjunto en una de las iglesias de Roma. 

Orar por la unidad

El obispo Åstrand hizo referencia, en particular, a la cálida y sincera conversación entre el papa Francisco y la delegación sobre el papel de las iglesias en la actualidad en un mundo frágil y polarizado. “La nuestra es una llamada especial al mundo a la unidad y la solidaridad. Incluso en situaciones que parecen muy difíciles, debemos infundir esperanza para que las personas actúen juntas”. 

El primado finlandés también puso de relieve la importancia del trabajo ecuménico a escala local, regional y mundial. “Durante muchos años trabajé como pastor local y he visto la relevancia de los documentos dogmáticos mundiales, pero siempre de forma combinada, y lo más importante es la dinámica vida ecuménica a nivel local, donde las iglesias, siempre que es posible, trabajan juntas. Porque juntos somos mucho más fuertes”. 

Como obispo de la Diócesis de Porvoo, donde en 1992 se estableció el Acuerdo de Porvoo, “siento la responsabilidad de vivir y actuar en el espíritu de dicho acuerdo. Es un instrumento muy importante cuando se trata de la vida local, de administrar sacramentos, contratar personal y estrechar lazos con las otras iglesias hermanas en, por ejemplo, el Reino Unido, Irlanda y los países nórdicos”.

El obispo Åstrand dijo sentirse muy agradecido por la cálida bienvenida dispensada en Roma y, en particular, mencionó la calidez del diálogo con el pontífice. Tras la entrevista, se disponía a preparar el culto vespertino con el coro local de Porvoo y su colega católico Raimo Goyarrola. La última pregunta de nuestra llamada fue: ¿Qué podemos orar por usted y por su iglesia?

La respuesta del obispo fue: “Me gustaría que oremos por la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y que pidan a otros que se sumen a ella. ‘Amarás al Señor tu Dios... y a tu prójimo como a ti mismo’. Oremos por la unidad, por la solidaridad y la colaboración en un mundo herido. Como iglesias estamos llamadas a actuar por el bien del mundo”.