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A woman in a blue shirt stands amidst a field of litter and garbage, highlighting environmental pollution.

Una mujer busca artículos reciclables en el humeante vertedero municipal de Chennai (India).

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En el comunicado se afirma lo siguiente: “Nosotros, el Panel Ecuménico sobre una Nueva Arquitectura Financiera y Económica Internacional −convocado conjuntamente por el Consejo Mundial de Iglesias, la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, la Federación Luterana Mundial, el Consejo Metodista Mundial y el Consejo para la Misión− expresamos que nos parece muy alarmante la actual consolidación sin precedentes de capital, tecnología y poder político, que acentúa los niveles ya obscenos de desigualdad, socava la gobernanza democrática, promueve guerras e invasiones por el control de los recursos, y desestabiliza aún más sistemas ecológicos que ya son frágiles”.

El panel sobre NIFEA se reunió del 25 al 27 de marzo para hacer frente al empeoramiento de la situación económica y ecológica mundial.

“En nuestra reunión, escuchamos el testimonio y la sabiduría de nuestros hermanos indígenas, de mujeres y de jóvenes que son miembros expertos del panel”, dijo el Rev. Prof. Dr. Jerry Pillay, secretario general del CMI. “Como comunidades de fe, nuestro compromiso es apoyar a los más pequeños de entre nosotros y cuidar de los más vulnerables, difundiendo sus voces”.

Según el comunicado: “Resulta inmoral que más de mil millones de personas −la mitad de ellas, niños− subsistan en la pobreza mientras los multimillonarios aumentaron su riqueza en más del 15 % en 2024 hasta alcanzar los 15 billones de dólares estadounidenses. Es vergonzoso que el 10 % más rico de la población mundial reciba más de la mitad de los ingresos mundiales, mientras la mitad más pobre gana solamente el 8,5 % de esa cantidad”.

En la declaración se expresa asimismo la profunda preocupación por “el rápido agravamiento de la emergencia climática y de la biodiversidad que pone en peligro los medios de subsistencia y constituye una amenaza existencial para toda la vida”. Se señala que “estamos a punto de traspasar o ya hemos traspasado varios puntos de inflexión, lo que nos lleva a reconocer que podemos estar más allá del punto de no retorno”.

Athena Peralta, directora de la Comisión sobre Justicia Climática y Desarrollo Sostenible del CMI, destacó lo siguiente: “Del aumento de la desigualdad al trastorno climático y el creciente autoritarismo, las múltiples crisis a las que nos enfrentamos no son sólo económicas o políticas. Son crisis profundamente espirituales y morales. Son cuestiones de fe”.

El comunicado recoge medidas a corto y a largo plazo, pidiendo “una renovación urgente de la solidaridad mundial y un nuevo compromiso con los valores democráticos, los marcos internacionales de derechos humanos y los procesos multilaterales que abordan la gobernanza económica y ecológica mundial”.

El mensaje también pide “medidas prácticas para poner fin a la concentración excesiva de riqueza y poder en manos de unos pocos individuos y sus entidades empresariales, sobre todo a través de un abanico de políticas tributarias progresivas”, así como “diversas medidas para fortalecer la resiliencia de nuestras comunidades a través de la promoción, la solidaridad y el apoyo diaconal a nivel de las bases”.

El comunicado señala asimismo que la esperanza es una virtud cristiana central. “Debemos volver a imaginar la esperanza desde la perspectiva del futuro prometido por Dios, y desde las concepciones indígenas del bienestar de todos”, concluyó Peralta.

Lean el comunicado del panel aquí (en inglés)

Lean la carta pastoral aquí (en inglés)

Dirigentes religiosos piden la reforma económica para afrontar la crisis climática y la desigualdad (comunicado de prensa del 3 de abril de 2025, en inglés)