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Rally at the COP conference

Manifestantes procedentes de todo el continente africano protestan en la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) en Egipto, pidiendo el fin de las inversiones en combustibles fósiles en el continente y su sustitución por inversiones en energías renovables, noviembre de 2022. 

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Organizado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Iniciativa Conjunta de Aprendizaje sobre Fe y Comunidades Locales, el acto ofreció una actualización sobre el llamado de mayo de 2022 “Financiamiento responsable con el clima: un imperativo moral para con la infancia”.

Según afirmó el Dr. Iyad Abumoghli, director y fundador de la iniciativa Fe para la Tierra del PNUMA, el imperativo moral de esta iniciativa está en profunda armonía con los objetivos de la próxima Cumbre del Futuro de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre de 2024.

“Los fenómenos meteorológicos extremos derivados del uso incontrolado de combustibles fósiles suponen una amenaza directa para la salud, la seguridad y las oportunidades futuras de niños y niñas”, afirma Abumoghli, quien añade que la carga psicológica de vivir en un planeta sometido a una presión creciente debido al cambio climático puede ser excesiva para las mentes jóvenes, y perjudicar seriamente su salud mental y su desarrollo general.

Los actores religiosos desempeñan un papel fundamental a la hora de ejercer influencia para fomentar la transición hacia una banca responsable, reconoció Abumoghli. “Los agentes religiosos son dirigentes que gozan de la confianza de sus comunidades y poseen la autoridad moral y la envergadura necesarios para inspirar cambios significativos. Sus acciones pueden llevar a individuos e instituciones a considerar las implicaciones éticas de sus decisiones financieras”. Al comprometerse a desinvertir en combustibles fósiles e invertir en alternativas sostenibles, las organizaciones confesionales dan un poderoso ejemplo a los demás.

“La banca es uno de los medios de presión más eficaces para proteger el medio ambiente, y, a pesar de ello, es uno de los menos utilizados”, cuenta Frederique Seidel, responsable del programa del CMI para los Derechos de la Niñez, recordando el llamado mundial del CMI a favor de decisiones financieras responsables con el clima, formulado en 2022 junto con expertos del PNUMA y con el apoyo de los asociados interreligiosos del CMI. “Hacemos el esfuerzo de concientizar sobre banca responsable porque este punto ciego en la estrategia tiene verdadero potencial para cambiar las perspectivas de futuro de niños y niñas”.

Al presentar el informe del PNUMA sobre la brecha de emisiones, la Dra. Anne Olhoff, asesora climática jefe del Centro del Clima del PNUMA en Copenhague, señaló que los combustibles fósiles producen dos tercios de las emisiones mundiales de CO2, que en 2022 marcaron un récord histórico. “Los efectos del cambio climático ya se notan, y afectan sobre todo a la infancia, las personas pobres y las más vulnerables”, afirmó Olhoff. “Se están viendo cambios en la inversión mundial en energías limpias, pero no son lo suficientemente rápidos”.

Eric Usher, responsable de la Iniciativa Financiera del PNUMA, se hizo eco de la idea de que el cambio hacia una mayor responsabilidad con el medio ambiente se está produciendo con demasiada lentitud. “Desde la firma del Acuerdo de París, las medidas de los gobiernos han comenzado y se han logrado algunos avances, pero no son lo suficientemente ambiciosos. El sector financiero está empezando a ocuparse de estos temas, pero va demasiado lento”.

Los bancos son fundamentales en este reto, ya que proporcionan financiación para las necesidades de la sociedad, afirmó Usher. En 2019, se adoptaron los Principios para la banca responsable de la ONU. Hoy, algo más del 50% de la banca mundial en términos de activos son signatarios de este marco, exigiendo así a los bancos aportar un valor añadido a la sociedad.

“Vemos avances, pero los bancos necesitan que les exijamos más y que reconozcamos sus progresos”, señaló Usher. “Deberíamos analizar sus acciones, y no necesariamente vilipendiarlas, sino dar crédito a quien lo merece y cuestionarlas cuando proceda”.

“Me da la sensación de que cuanto más aprendo sobre la emergencia climática, más grave me parece la situación”, afirmó Foday Bangura, de 19 años, coautor de la Declaración de la Infancia ante la Cumbre del Nuevo Pacto Mundial de Financiación, que planteó a los participantes en el acto preguntas “para consultar con la almohada”.

“¿Cómo no íbamos a asustarnos nosotros, los jóvenes, al comprender el calentamiento del planeta y los datos científicos divulgados por el PNUMA, o cuando experimentamos directamente sus consecuencias en nuestras comunidades?”, preguntó Bangura. “¿Y cómo no íbamos a asustarnos al ver que nuestros bancos e instituciones financieras nos ponen en peligro invirtiendo billones de dólares en nuevos proyectos de combustibles fósiles, haciendo exactamente lo contrario de lo que deben para garantizar la supervivencia humana?”.

Unamos nuestras manos para acelerar las soluciones climáticas y la banca responsable, instó Bangura. “Hagan elecciones bancarias responsables para proteger el derecho de los jóvenes a un medio ambiente sano: nuestro futuro depende de su dinero”.

El debate fue moderado por Dia Mirza, embajadora de buena voluntad del PNUMA. Durante el acto, fue presentado el nuevo recurso del CMI “Salvemos la vida de niños y niñas: guía para una banca responsable”, que ofrece apoyo a particulares, organizaciones e iglesias para dejar de financiar la industria de los combustibles fósiles.

Salvemos las vidas de los niños: Guía para una banca responsable:

Grabación en vídeo del acto “Salvar las vidas de niños y niñas: banca responsable”