Como joven del Grupo de Trabajo sobre Teología y Vida Espiritual, ¿cómo cree que contribuirá la juventud a las conversaciones espirituales y teológicas dentro del movimiento ecuménico este año?
Van Dorp: Este año es muy especial para el movimiento ecuménico. Es un año de celebraciones, ya que conmemoramos el 1700 aniversario del Primer Concilio Ecuménico de Nicea y el centenario de la Conferencia de Vida y Trabajo de Estocolmo. Se trata de actos conmemorativos de la historia de la Iglesia, así que, ¿cuál es el propósito de que la juventud participe en asuntos que son de naturaleza histórica? A menudo se nos dice que los jóvenes formamos parte del futuro; sin embargo, este es un año para demostrar que, ante todo, formamos parte del presente.
Los jóvenes pueden contribuir a las conversaciones participando en estos aniversarios en el contexto local y mundial. En el contexto local, creo que muchos de los jóvenes que forman parte del movimiento ecuménico pueden proponer actividades como una conferencia sobre estos dos acontecimientos históricos, o utilizar el Credo Niceno en sus liturgias. En el contexto mundial, pueden participar en los seminarios en línea del CMI, en el Día Ecuménico Internacional de la Juventud, en la Sexta Conferencia Mundial de Fe y Constitución y en muchos otros eventos, demostrando así que nosotros, los jóvenes, podemos retomar estas cuestiones del pasado y hacerlas relevantes para el presente.
¿Qué papel cree que pueden desempeñar los jóvenes en las celebraciones principales de la Sexta Conferencia Mundial de Fe y Constitución, y cómo pueden aportar nuevas perspectivas a estos eventos clave?
Van Dorp: Los jóvenes estarán presentes en diferentes grupos de la conferencia, ya sea como estudiantes del GETI (Instituto Teológico Ecuménico Mundial), jóvenes delegados de las iglesias miembros o jóvenes miembros de la Comisión de Fe y Constitución. Están deseosos de aprender y participar en la conferencia.
En mi opinión, los jóvenes pueden desempeñar un papel fundamental en nuestra próxima conferencia mundial. Dado que celebramos el aniversario de un acontecimiento que tuvo lugar hace 1700 años, podríamos pensar que no hay nada más que decir sobre los debates teológicos que se dieron en ese momento. No obstante, la presencia de personas jóvenes durante la conferencia, que aportarán nuevas ideas sobre cuestiones teológicas como la unidad y la misión en la actualidad, demostrará lo contrario.
Los jóvenes participarán en paneles, talleres y debates, y también formarán parte del equipo de facilitadores. Mediante su participación activa, pondrán sus conocimientos al servicio de reflejar las maneras en que el Credo Niceno es relevante para nuestra investigación teológica actual y futura.

Jóvenes miembros de la comisión participando en actividades y debates durante su primera reunión presencial en Manila (Filipinas), en noviembre de 2024.
¿Qué iniciativas o actividades tiene previstas la Comisión de los Jóvenes en el Movimiento Ecuménico para que los jóvenes participen este año en la reflexión teológica y el diálogo ecuménico?
Van Dorp: Durante este año, los miembros de la comisión ayudarán a organizar los talleres en línea previstos por el programa de la juventud, así como las actividades del Día Ecuménico Internacional de la Juventud, y escribirán entradas en el blog sobre la celebración conjunta de la Pascua. Para cada una de estas iniciativas, los miembros de la comisión contarán con la participación de otros jóvenes con el fin de garantizar que se escuche una diversidad de voces de la juventud en el movimiento ecuménico.
¿Cuáles son algunos de los desafíos a los que se enfrentan los jóvenes a la hora de participar en la labor ecuménica, y cómo pueden las iglesias y los organismos ecuménicos apoyar y potenciar mejor el liderazgo juvenil, especialmente este año?
Van Dorp: Creo que uno de los principales desafíos en el movimiento ecuménico es asegurarse de que se escuchen las voces de los jóvenes. Nosotros, como jóvenes, también tenemos conocimientos y experiencia de la vida eclesiástica y la teología. Estamos muy motivados a trabajar con todas las generaciones en nuestra misión por la unidad de la Iglesia, y nos sentimos alentados por la potente respuesta de los jóvenes y su voluntad de participar en la labor ecuménica. Para seguir apoyando nuestra participación, animo a las iglesias miembros y a los organismos ecuménicos a que propongan y recomienden a jóvenes como delegados para las actividades ecuménicas de este año, incluidas la Conferencia de Fe y Constitución y los diversos encuentros ecuménicos locales.
Los jóvenes y el movimiento ecuménico
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