El tema de la Semana Mundial por la Paz 2024 es “En cuanto lo hicieron a uno... a mí me lo hicieron” (Mateo 25:40).
En una reflexión, el Rev. Ashraf Tanous, de la Iglesia Evangélica Luterana de Jordania y de la Tierra Santa, planteó la cuestión: ¿Estoy preparado para el día del juicio?
“Esta es una pregunta muy importante en mi vida como cristiano, sobre todo hoy día, en 2024, y especialmente, en medio la violencia de toda clase que sucede aquí en este universo”, dijo. “Como cristiano palestino, me pregunto: ¿estoy realmente preparado?, ¿cómo podemos estar preparados?”
Tanous reflexionó sobre las múltiples enseñanzas que Jesús nos dio a este respecto, en parte, haciéndose preguntas a sí mismo: “Cuando estaba desnudo, ¿me dieron ropa? Cuando estuve enfermo, ¿me cuidaron? Cuando estuve preso, ¿me visitaron?”
"Y Jesús nos responde, y nos dice: Siempre que lo hagan a mis hermanos y hermanas, me lo hacen a mí”, dijo Tanous. “Hoy nos planteamos muchas preguntas críticas, especialmente a la vista de lo que está ocurriendo en la tierra de la Biblia, la Tierra Santa, la tierra que es la cuna del cristianismo. ¿Estamos haciendo nuestro trabajo?”
Tanous reconoció la complejidad de la pregunta. “Vemos lo que está pasando. Somos capaces de juzgar. Somos capaces de ver la verdad, pero callamos. Y guardar silencio no es lo que Jesús nos pidió que hiciéramos”, afirmó. “La guerra debe cesar y la imagen de Dios debe ser restaurada”.
Reiteró que todas las personas están hechas a imagen y semejanza de Dios. “Emitimos un mensaje de esperanza”, afirmó. “Seamos una fuente de esperanza. Hoy los animo a preguntarse si de verdad estamos siguiendo la palabra de Dios.”
Parte de las oraciones del pueblo decían: “Te invocamos en oración, Señor, por nuestros hermanos y hermanas de Palestina e Israel. Allí la población está paralizada por la injusticia, la guerra, el miedo y la violencia; los corazones están obstinados y cansados; los presos políticos y los rehenes están separados de sus seres queridos; las familias desesperadas se han visto obligadas a abandonar sus hogares; niños y niñas han sido asesinados o mutilados y no pueden ir a la escuela sin correr el riesgo de ser víctimas de la violencia; los agricultores no pueden recoger sus cosechas sin correr el riesgo de ser acosados.”
“Dios, deja fluir tu amor y tu poder vivificador; alienta, libera y protege a todos tus hijos que luchan por mantener viva la esperanza”.
En el marco del Ciclo Ecuménico de Oración, el CMI también ora esta semana por las iglesias y los pueblos de Argentina, Paraguay y Uruguay.
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