Acompañados por Laki Vingas, arconte del Patriarcado Ecuménico y antiguo representante electo de las fundaciones minoritarias en Turquía, visitaron Mersin, Alejandreta y Antioquía.
“La presencia del CMI y de ACT Alianza en estos lugares específicos indica que esto nos importa, que nos preocupa lo que ha ocurrido y que queremos ver cómo podemos ayudar de forma concreta”, afirmó Pillay. “También querría señalar que era importante que hiciéramos esto juntos”.
Tanto Pillay como Bueno de Faria dijeron que les entristeció ver la devastación y los daños provocados por el seísmo, que causó más de 45 000 muertes solo en Turquía. Hay necesidades acuciantes relacionadas con la falta de alimentos, agua y atención de salud, y muchas de las personas que prestan asistencia inmediata siguen trabajando en circunstancias extremadamente complicadas.
“Lo primero que me llamó la atención fue el fuerte impacto del terremoto en las infraestructuras y en la vida de las personas”, declaró Bueno de Faria, superviviente de los terremotos que asolaron Centroamérica en 2001. “Comparado con lo que vi en Turquía, fue impactante ser testigo de las cosas a las que se enfrentaba la población y escuchar las historias sobre cómo se veían afectadas las personas, y también las comunidades en su conjunto, directa o indirectamente”.
Bueno de Faria señaló que ACT Alianza está respondiendo a las necesidades humanitarias de las personas más vulnerables tanto en Turquía como en Siria a través del llamado que ha realizado ACT, que hasta la fecha ha recaudado casi 8,5 millones de dólares. Las iglesias desempeñan un papel fundamental en la respuesta humanitaria, ya que están integradas en las comunidades y son capaces de proporcionar datos clave para la evaluación de las necesidades a las personas encargadas de proporcionar la ayuda, así como alimentos, alojamiento, asistencia en efectivo, apoyo psicosocial y una ayuda mucho más directa a las familias afectadas.
Pillay y Bueno de Faria conocieron a muchas personas con un futuro incierto y les preocupa, especialmente en el contexto de Antioquía, que la gente no regrese y la histórica ciudad pierda su vibrante presencia cristiana.
“Se va a dedicar mucho tiempo y esfuerzo a la reconstrucción de los hogares de las personas, las iglesias y los edificios, entre otros”, aseguró Pillay. “Uno de los aspectos positivos que observamos en este momento es la gran colaboración ecuménica que está teniendo lugar. Todas las iglesias están trabajando juntas”.
“Estar en Turquía durante la Semana Santa fue una ocasión importante para la reflexión”, concluyó Pillay.
“Pude reflexionar sobre el sufrimiento de Jesús y, a continuación, sobre el sufrimiento de las personas que se han visto desplazadas de sus hogares y de sus medios de subsistencia, y a las que el terremoto ha arrebatado la continuidad de su vida”, afirmó.
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Más fotografías de la visita de solidaridad
Llamado de ACT Alianza: terremoto en Siria y Turquía (en inglés)
Sitio web de ACT Alianza (en inglés)