El trabajo diaconal de las iglesias en Italia es una herramienta esencial para defender la dignidad humana de los refugiados

La región en la que se centra la Peregrinación de Justicia y Paz del CMI en 2022 es Europa. La Comisión de las Iglesias para los Migrantes en Europa facilita la visita, organizada por la Federación de Iglesias Protestantes en Italia.

La Dra. Agnes Abuom, moderadora del Comité Central del CMI, y Torsten Moritz, secretario general de la Comisión de las Iglesias para los Migrantes en Europa, encabezan la delegación del CMI.

En Palermo conviven muchas culturas diferentes, con personas, historias y nacionalidades de todo el mundo.

En este contexto, las iglesias siempre se han ocupado de las personas más pobres y vulnerables, a menudo en barrios con niños y niñas en riesgo de abandono escolar, niños y niñas migrantes, mujeres víctimas de la trata, personas desalojadas y personas que afrontan otros desafíos e injusticias graves.

Hospitalidad digna

En el Centro Diaconal Valdense, Centro Diaconale La Noce, en Palermo, el 21 de mayo, la delegación del CMI conoció mejor el trabajo de la iglesia en torno al derecho a la vivienda y la hospitalidad digna a los refugiados.

El centro también gestiona una guardería infantil, brinda apoyo a personas con discapacidad y administra una casa de huéspedes y un centro de convenciones.

Una de las iniciativas que auspicia el centro es Casa di Batja. Floriana Madonia, directora de Casa di Batja, un pequeño centro de acogida para mujeres, niños y niñas refugiados ubicados en un lugar secreto de la región, compartió que el objetivo principal de su trabajo es equipar a las mujeres para que se integren en la sociedad. «Además de la asistencia legal para ayudarlas a tener un permiso de residencia, el aprendizaje de italiano es un instrumento eficaz en el proceso de construcción de la autonomía de las mujeres que puede permitirles avanzar en sus vidas de manera digna», dijo.

Otro programa es Casa dei Mitri, un centro de acogida para menores no acompañados que forma parte del sistema nacional de acogida e integración.

Concetta Randazzo, directora del centro, dijo que la prioridad es atender los problemas de salud más urgentes, luego la documentación legal, además de un permiso de residencia y un carné de identidad, así como una educación, ya que la mayoría de los niños y niñas que están en el centro nunca han ido a la escuela.

También exploran las aspiraciones profesionales de los jóvenes, incluyendo posibles pasantías.

Apoyo psicológico

Otra visita fue a Pellegrino della Terra, una asociación que opera en Palermo desde 1996 en el campo de la asistencia psicosocial para proteger y promover los derechos fundamentales de las personas, incluidos los derechos civiles de los extranjeros, y para combatir la violencia, en particular la explotación sexual de las mujeres víctimas de la trata.

Pellegrino della Terra lleva proporcionando apoyo psicológico a migrantes, refugiados y mujeres víctimas de la trata desde el año 2000 a través de un centro de escucha para ayudarlas a escapar de la explotación. La asociación también acompaña a las personas de manera individualizada para que logren una reinserción sociolaboral.

La instalación, en donde se pueden comenzar prácticas de capacitación, ofrece un área infantil de juegos recreativos (el 95% de los usuarios son mujeres, y muchas de ellas tienen hijos). Además, se ofrecen cursos de italiano para extranjeros, recolección y distribución de ropa, información y cursos de idiomas locales para extranjeros, recolección y distribución de ropa, información y conciencia territorial.

Los fondos provienen de Otto per Mille, de la Unión de Iglesias Metodistas y Valdenses de la Iglesia Evangélica Valdense.

Al final del día, la delegación del CMI se sumó a la vigilia ecuménica «Solidaridad en la acogida, justicia y paz» en la Catedral de Palermo, organizada por el arzobispo Corrado Lorefice. Además de la participación de representantes de la Iglesia Anglicana en Sicilia, la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Evangélica de Reconciliación, la Comunidad Evangélica Luterana de Sicilia, la Iglesia Metodista y Valdense de Palermo, la Iglesia Ortodoxa Rumana, la Iglesia Ortodoxa Rusa y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, la vigilia contó con testimonios de migrantes de Malí, Ucrania y Mauricio que ya están plenamente integrados en la sociedad italiana gracias al apoyo de organizaciones relacionadas con las iglesias.

La visita del CMI a Italia durará hasta el 25 de mayo, con paradas en Lampedusa y Roma.