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Foto: Albin Hillert/CMI

Foto: Albin Hillert/CMI

La participación del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) en el 41º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, celebrado del 24 de junio al 12 de julio, ha tenido un efecto positivo.

El CMI tiene una larga trayectoria de compromiso con el sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas, dando testimonio y defendiendo la dignidad humana y la justicia en nombre del movimiento ecuménico mundial.

“Este sistema ahora comprende una amplia gama de mecanismos y procedimientos para promover la rendición de cuentas por las obligaciones en materia de derechos humanos y el reconocimiento de la dignidad humana en la que estos se basan”, dijo Jennifer Philpot-Nissen, secretaria ejecutiva del programa de la Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales sobre Derechos Humanos y Desarme del CMI. “En el contexto de la peregrinación de justicia y paz, el CMI busca alentar y apoyar a las iglesias miembros y asociados en el uso de esos instrumentos para su propio testimonio público de la dignidad humana y la justicia, y sensibilizar sobre los temas que afectan a las comunidades que representan”.

Visión general de los asuntos tratados

Filipinas

Entre los éxitos más destacados del 41º periodo de sesiones, se encuentra la aprobación de una resolución que condena las violaciones de derechos humanos en Filipinas, donde muchas personas han sido víctimas de su propio gobierno. Miles de personas han sido asesinadas arbitrariamente por las fuerzas de seguridad, y aquellos que han denunciado la situación, entre ellos miembros del clero y otros representantes de la iglesia, han recibido amenazas de muerte, han sido arrestados o han desaparecido por la fuerza. El CMI apoyó una resolución que condenaba la situación en Filipinas (presentada por Islandia durante el 41º periodo de sesiones), convenciendo a los gobiernos que no estaban seguros de votar a favor.

La resolución faculta a las Naciones Unidas a llevar a cabo una investigación sobre la situación durante el próximo año.

Acción por el clima

Además, el CMI emitió declaraciones y coorganizó y participó en eventos paralelos, incluido el evento “Integración de una perspectiva de derechos humanos en la acción climática” con organizaciones asociadas; entre ellas ACT Alianza, la Federación Luterana Mundial y Franciscanos Internacional. Uno de los informes presentados al Consejo de Derechos Humanos fue un estudio analítico sobre la acción por el clima que tiene en cuenta las cuestiones de género para defender los derechos de las mujeres.

En el evento paralelo se habló sobre los efectos del cambio climático, particularmente en mujeres, jóvenes, grupos minoritarios y comunidades indígenas, e instó a los estados a velar por que los derechos humanos se incluyan en sus políticas y acciones climáticas.

Israel y Palestina

El CMI también emitió una declaración pidiendo al gobierno de Israel que deje de demoler las casas y estructuras palestinas. En Wadi-Al-Hummus, en el sureste de Jerusalén, 16 grandes edificios donde viven 500 palestinos, recibieron una orden de autodemolición antes del 18 de julio. Doscientas personas ya han sido desplazadas en Jerusalén oriental este año.

República Dominicana

El CMI también continuó su compromiso con respecto al grave problema de la apatridia en la República Dominicana. Una sentencia de la corte constitucional en 2013 tuvo el efecto discriminatorio de retirar la ciudadanía dominicana a muchas personas de ascendencia haitiana y dejarlas en riesgo de convertirse en apátridas. El país fue objeto del examen de derechos humanos del Consejo de Derechos Humanos en enero, tras el cual el gobierno dominicano recibió numerosas recomendaciones para resolver esta violación. La declaración del CMI lamentaba que el gobierno dominicano no hubiera aceptado esas recomendaciones e instó a la plena protección del derecho a una nacionalidad.

Irán

La Alianza Evangélica Mundial y el CMI emitieron una declaración conjunta expresando su preocupación por la situación de la libertad religiosa en Irán. La Iglesia Presbiteriana Asiria Evangélica de Tabriz fue clausurada por las autoridades en mayo, después de años de presión y discriminación contra las iglesias presbiterianas evangélicas y sus dirigentes. Las propiedades de la iglesia han sido confiscadas y algunos de sus dirigentes han sido presionados para que abandonen Irán. Desde la emisión de la declaración, en la que se pedía a las autoridades iraníes que permitieran la reapertura de la iglesia, estas han vuelto a poner la cruz en la iglesia de Tabriz, pero no está claro si permitirán que se celebren de nuevo los servicios de culto.


Enlace a la “Comisión de las Iglesias para Asuntos Internacionales”