“Compartimos la misión de la OMS de promover la salud, preservar la seguridad mundial y ayudar a los más vulnerables. Gracias a estos esfuerzos, más personas se beneficiarán de una cobertura sanitaria universal, estarán mejor protegidas ante emergencias sanitarias y gozarán de mejor salud y bienestar”, añadió Pillay.
La Asamblea Mundial de la Salud, que tiene lugar cada año, es el órgano decisorio de la OMS. A ella acuden delegaciones de todos los Estados miembros de la OMS y se centra en un orden del día específico sobre salud preparado por el Consejo Ejecutivo. La función principal de la Asamblea Mundial de la Salud es determinar las políticas de la OMS, designar a su director general, supervisar las políticas financieras, y revisar y adoptar el programa de presupuesto propuesto.
Los expertos deliberarán sobre las prioridades actuales y futuras en los asuntos relativos a la salud pública de importancia mundial.
El CMI lleva cincuenta años colaborando con la OMS en la elaboración de estrategias, publicaciones, seminarios, seminarios web y en la respuesta a crisis como la del VIH, el brote de ébola y la pandemia de la COVID-19.
Una delegación del CMI participa en la Asamblea de la Salud, del 27 de mayo al 1 de junio, bajo el lema: “Todos por la salud, salud para todos”.
Lea la carta completa del secretario general del CMI (en inglés)