“Han seguido en aumento la violencia y los fallecimientos en las acciones de bandas y grupos de autodefensa y en las operaciones de las fuerzas de seguridad”, dice la nota.
La nota también señala la propagación del cólera y el aumento de la violencia sexual y de género. “A esta crisis se suma el importante aumento de las deportaciones de haitianos por parte de la vecina República Dominicana, que solo en abril deportó a unas 20 000 personas”, advierte la nota. “Recientemente, en el marco de una campaña contra la inmigración ilegal, la República Dominicana ha deportado a decenas de menores y mujeres embarazadas o que acababan de dar a luz de vuelta a Haití, un país devastado por la crisis”.
El Comité Ejecutivo del CMI instó a prestar atención a las causas profundas de las crisis prolongadas y recurrentes en Haití.
“Nos referimos y reiteramos las recomendaciones formuladas en nuestra declaración de noviembre de 2024 y subrayamos, asimismo, la necesidad de tomar medidas ante el gobierno de la República Dominicana en relación con las acciones emprendidas en detrimento del bienestar de la población de Haití y de las personas de ascendencia haitiana”, afirma el documento. “Exhortamos a todas las iglesias miembros del CMI para que renueven su solidaridad cristiana con el pueblo de Haití, y para que oren a Dios pidiéndole compasión y alivio a los lamentos del pueblo de esta tierra atormentada”.
El Comité Ejecutivo del CMI se reunirá del 12 al 16 de mayo por videoconferencia.