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People gathered for group photo in chapel room.

Los estudiantes de Bossey y el personal del Consejo Mundial de Iglesias se reunieron en la capilla del Centro Ecuménico con motivo de la reunión del Comité Central del CMI

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En calidad de stewards, los estudiantes enriquecieron la vida espiritual de la reunión, convirtiéndose en “un maravilloso don espiritual para nuestra oración ecuménica común”, afirmó el Rev. Dr. Mikie Roberts, responsable del programa del CMI para la Vida Espiritual.

Asimismo, añadió Roberts, “su presencia en la capilla fue un signo de la riqueza de la comunidad que compartimos como Consejo Mundial de Iglesias y de hasta qué punto el hecho de orar juntos constituye el pilar central del movimiento ecuménico mundial”.

Abel Lamido, estudiante de Bossey de la Iglesia Metodista Unida de Nigeria, dijo que dirigir las oraciones sirvió para recordar al Comité Central el cometido de promover la unidad cristiana y la justicia para todos. “El compromiso y la seriedad de los miembros del Comité Central infunden esperanza al CMI”, aseveró Lamido.

Otro estudiante, el Rev. Rongliang Bian, del Consejo Cristiano de China, expresó su gratitud por la oportunidad de participar en las oraciones del Comité Central del CMI.

“A pesar de estar todos en una sala de reuniones virtual, el soplo del Espíritu Santo puede trascender las limitaciones del tiempo, el espacio e incluso el idioma, y podemos seguir orado y celebrando el culto juntos como un solo cuerpo en Cristo, estrechamente vinculados unos a otros”, observó Bian. “La Biblia es uno de los fundamentos de nuestra unidad”.

Otro estudiante del Consejo Cristiano de China, Du Peng, dijo que había sido un gran privilegio orar con cristianos y dirigentes de iglesia de diferentes países. “Experimenté en mi propia piel esta preciosa unidad visible en la oración, así como el toque tan especial de las diversas y maravillosas oraciones llenas de viveza, un hermoso sentimiento que es inolvidable”, explicó Peng. “Aunque vivimos en distintos lugares, vivimos en el mismo planeta, y compartimos la misma fe y la misma buena esperanza en Cristo”.

Otro alumno de Bossey, el Rev. Jebin Thankaraj, dijo que durante las oraciones ecuménicas el grupo no solo apreció la diversidad de oraciones y canciones, sino también la variedad e importancia de los distintos instrumentos musicales de todos los continentes.

“Siempre y cuando las iglesias estén dispuestas a avanzar juntas, reconociendo al Dios trino y uno que obra en cada una de ellas, hay esperanza para el movimiento ecuménico”, indicó Thankaraj.

Sijo George, un estudiante de la Iglesia Siria Mar Thoma de Malabar de la India, experimentó la belleza de las diversas tradiciones litúrgicas. “Como estudiante, sentí una mayor curiosidad por saber cómo la liturgia ecuménica puede llevar a que las personas se unan en Cristo”, explicó George. “Me da esperanza que el CMI y las iglesias alienten a los jóvenes académicos a participar activamente en el movimiento ecuménico”.

La vida espiritual de la reunión se inició con el sermón de apertura pronunciado por la Rev. Dra. Susan Durber, moderadora de la Comisión de Fe y Constitución del CMI. Durber destacó la importancia de la unidad ante los desafíos planteados por la COVID-19, la emergencia climática y muchos otros graves problemas.

“La unidad no es una opción. Es vital para la vida”, dijo Durber. “Cuando todo está realmente en contra, nos damos cuenta de lo que realmente importa”.

El sermón de clausura, pronunciado por la Rev. Gloria Ulloa Alvarado, presidenta del CMI para América Latina y el Caribe, ofreció una reflexión sobre lo que significa escuchar a Jesús.

Reunión del Comité Central del CMI, 2022

Instituto Ecuménico de Bossey