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Sesión de reflexión bíblica a cargo de la Rev. Shirley DeWolf durante el taller de Addis Abeba. © Peter Prove/CMI

Sesión de reflexión bíblica a cargo de la Rev. Shirley DeWolf durante el taller de Addis Abeba. © Peter Prove/CMI

“La apatridia hace que la vulnerabilidad de las personas a los abusos y la denegación de sus derechos sea invisible para las autoridades nacionales. En este sentido, el derecho a una nacionalidad es primordial para el acceso a la protección de todos los otros derechos humanos, se trata casi de un ‘derecho a tener derechos’”, dijo Peter Prove, director de la Comisión de las Iglesias sobre Asuntos Internacionales (CIAI) del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), tras un taller regional de capacitación sobre el registro de nacimientos y las leyes de nacionalidad discriminatorias por motivos de género en África, organizado por el CMI en Addis Abeba (Etiopía) del 11 al 13 de mayo.

El objetivo del taller era crear un espacio para que los representantes de las iglesias africanas reflexionaran sobre su creencia en la dignidad dada por Dios a cada persona como base para abogar y emprender medidas a favor del registro universal de nacimientos y la igualdad de género en las leyes sobre la nacionalidad a fin de evitar nuevos casos de apatridia. El taller también brindó una oportunidad para alentar a las iglesias a ejercer el ministerio de la hospitalidad hacia el ‘extranjero’ en su labor por la protección de las personas apátridas y la defensa de sus derechos básicos y fundamentales.

“El llamamiento a poner fin a la apatridia es un llamamiento no solo a que se escuchen las voces de los más vulnerables, sino también a dar visibilidad a sus identidades como seres humanos con derechos y dignidad”, añadió Prove.

“La apatridia es algo que no debería existir. Es una anomalía”, indicó Radha Govil del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

A escala mundial, se estima que existen diez millones de personas a quienes se les niega una nacionalidad. En el contexto africano, la apatridia se debe principalmente a factores como la discriminación contra las mujeres o contra un grupo minoritario, a obstáculos administrativos o a la falta de certificados de nacimiento.

Tal como señaló Segma Asfaw, encargada de programa del CMI, “las iglesias y las comunidades religiosas llevan siglos registrando acontecimientos importantes de la vida, tales como el bautismo, el matrimonio o la muerte. Es importante crear mecanismos que permitan a los Gobiernos acceder a estos registros en caso de que no se disponga de sistemas de registro civil o que no funcionen”.

Los debates en torno a la igualdad de género en las leyes sobre la nacionalidad se centraron en cómo las iglesias y los asociados ecuménicos pueden impugnar y acabar con las prácticas discriminatorias que no permiten a las mujeres transmitir la nacionalidad a sus hijos en igualdad de condiciones con los hombres.

La Rev. Gertrude Kapuma, que durante el taller ofreció una reflexión bíblica sobre la igualdad de género, recordó a los participantes la necesidad de instar a la iglesia a asumir un papel destacado para ayudar a las mujeres a recuperarse de todas las experiencias negativas que viven. “Las mujeres forman parte del cuerpo de Cristo. Cuando se las hiere, deberíamos sentir el dolor junto a ellas. Y cuando logran algo, ello debería ser motivo de alegría para todos”, observó.

“En África, existe un gran número de instrumentos y procesos que pueden ayudar a mejorar las tasas de registro de nacimientos, así como a evitar la apatridia”, dijo Ayalew Getachew del Comité Africano de Expertos sobre los Derechos y el Bienestar del Niño.

“Contando cada niño, se hace que cada niño cuente, y se les garantiza el acceso a sus derechos”, afirmó Nadya Kassam, especialista en protección infantil de UNICEF.

El taller reunió a participantes de más de veinte países africanos. Además de la presencia de Peter Prove y Segma Asfaw como representantes del personal del CMI, también se contó con la asistencia de miembros de la CIAI, como Evelyn Parker de EE. UU., Lily Zachariah de Malasia y Maria Mountraki de Finlandia, entre otros. Este taller regional africano forma parte de un proceso más amplio del CMI que se centra en abordar la cuestión de la apatridia, en colaboración con interlocutores del ACNUR y UNICEF.

Examinar cómo las iglesias miembros del CMI y los asociados ecuménicos pueden contribuir al objetivo de acabar con la apatridia en un plazo de diez años, analizando el marco de orientación del Plan de Acción Mundial del ACNUR

Declaración del CMI sobre los derechos humanos de los apátridas

Texto completo de las recomendaciones de Den Dolder (en inglés)